Un viernes mas, cuando eran las 21:00, comenzaban a llegar los amantes del costal y la noche a la casa hermandad, comenzaban a sentir el olor a incienso, el calor de una vela que nunca se apaga en sus corazones y que año tras año ilumina sus vidas con mas fuerza. Una vez mas la cuadrilla de Nuestra Señora se preparaba para ponerse la ropa y realizar un ensayo mas pensando en el Viernes Santo.
"Los zancos en el suelo", resuena en una calle de Andujar, aledaña a la plaza de España, el silencio se hace eterno esperando el ultimo martillazo, sonido que presume de contener la fuerza de 29 almas trabajando a la vez, 29 costaleros que a la llegada del mismo, dejan fluir de su cuerpo las ganas y la fuerza para que cada levantá llegue al mismísimo cielo, poniendo todo el empeño como si su Madre, que los espera en el camarín de la Capilla de San Juan de Dios ya estuviese empañándolos.
Caras serias, siempre trabajando por derecho, concentrados al máximo en el desarrollo de la voz del capataz y lo que se va mandando, voz, que anima a la cuadrilla y le da fuerzas en los momentos de flaqueza, voz que nos hace sentir la mejor cuadrilla del mundo, y a la vista esta, todos estamos orgullosos de nuestros capataces y auxiliares, por su labor hacia nosotros, por su empeño, trato y preocupación en el trabajo, que se ve ensaño tras ensayo.
Y el taloncito, taloncito que nos lleva a la perfección en el andar, que nos hace ser elegantes, y fervorosos sirvientes de nuestra madre, para pasearla por la calles de Andújar, con el corazón y el alma abierto, acercándola a su pueblo, para que este, pueda rezar sus oraciones, sus plegarias, sus peticiones...
Como no agradecer una vez mas a Toñi Arenas el habernos cedido sus fotografías, realizadas durante el ensayo, ya que sin su trabajo esto tampoco podríamos ver el trabajo de los ensayos.
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